domingo, 25 de junio de 2017

La piscina como red social



La piscina actúa como si se tratase de una potente red social. Allí se congregan sus usuarios para intercambiar likes; mostrar sus mejores posados, o los de sus hijos, como si fueran selfies de Instagram pero, por encima de todo, para ver y ser vistos. No todos, es cierto. Como en las redes sociales, hay especímenes que no precisan vincularse con otros, es más, lo evitan. Eligen un rincón tranquilo, a la sombra, para extender su toalla y desde el cual ver sin ser vistos, como voyeurs mediáticos. Su objetivo es pasar desapercibidos mientras observan las vidas de los demás a través de un escaparate virtual.

Están los que representan todo lo contrario. Las familias que llenan de ruido y voces todo el recinto; además de hacerlo físicamente con sus sillas, hinchables (flotadores, barcas, etc.), neveras, gafas, aletas, pistolas de agua, pelotas de todos los tamaños, y cualquier elemento que sirva para hacer notar su presencia. Sus homólogos en la red serían aquellos que están constantemente telegrafiando sus vidas. Cualquier acto de las mismas, desde que se levantan, todo les parece que debe ser compartido por el resto de la Humanidad. Cuando desaparecen es igual que cuando bajan una música estridente que lleva sonando horas,se respira tranquilidad.

Luego tenemos a los influencers. También suelen ir solos pero, en lugar de aislarse en un oscuro rincón, buscan ser el centro de todas las miradas. Para ello acuden ya morenos el primer día de piscina, luciendo cada jornada un bañador distinto y, por supuesto, de marca. Displicentes pero muy educados, saludan con una sonrisa blanco níveo, suelen leer o escuchar música con un iPod (se vuelven a llevar), y están lo justo para que todos hayan notado su presencia, sobre todo cuando se levantan y dirigen sus pasos hacia la ducha, donde permanecerán unos instantes, lo justo para refrescarse y volver a su trono. Al día siguiente, muchos de los que les observaron buscarán en las tiendas esa toalla, ese bañador o esas gafas para parecerse, aunque sea un poco, a esos modelos de perfección.

Por último,nos queda el socorrista. Esta figura representaría a Twitter. Sus instrucciones no van más allá de 140 caracteres, tiene una visión panorámica y en directo (Periscope) de todo lo que acontece en el recinto y la capacidad de estar informado puntualmente de todos los hechos. Es la figura más profesional, a la que se acude para informarse y tener la seguridad de algo o comprobar si se puede hacer una determinada cosa.

Las comunidades de vecinos con piscina tienen una enorme suerte. Disponen de engagement, utilizado aquí como un elemento catalizador que les permite interactuar a sus miembros para generar una relación que reafirme el sentimiento de pertenencia a un grupo (posicionamiento de marca).

Qué se puede esperar de un blog como este un domingo, a las 11 de la mañana y ya a 25 grados centígrados. Y sí, mi urbanización tiene piscina.

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