sábado, 9 de julio de 2016

¿Playa o chiringuito?

Parece simple pero dilucidar este dilema puede depender pasar un excelente día de playa o un calvario que acabe con nuestra paciencia. Clavar la sombrilla y estirar la toalla cerca del agua son dos gestos estivales que nos proporcionan un acceso más rápido al líquido elemento (el mercado) pero también nos obligan a acudir antes (más inversión y/o fuerza de trabajo) para evitar las aglomeraciones (la competencia) y, no obstante, tendremos que contar con que esta posición -en principio, ventajosa- también nos acarreará algunas molestias, como el constante trasiego de gente y los molestos juegos de pelota (saturación del mercado).

La otra opción, más conservadora, sería buscar una posición algo más retrasada, a medio camino entre las zonas de servicios y restauración, esto es, las duchas y el chiringuito. Disfrutaremos de más espacio libre alrededor pero a la hora de llegar a la orilla para refrescarnos invertiremos más tiempo (plus en gastos de transporte y logística) y, además, tendremos que contar con una mayor exposición de nuestros enseres (previsión en cuentas de posibles pérdidas por robo) durante el tiempo que estemos cerca del agua.

Difícil decisión veraniega que pone en solfa la localización como valor máximo y que puede marcar la diferencia entre pasar un buen o un mal día o, lo que es lo mismo, entre explotar un negocio con éxito, o no. La resolución dependerá de muchos factores. De si vamos solos (empresa con un único administrador) o acompañados (posibles socios) y, en este caso, de su relación con nosotros (qué tipo de estructura societaria).

Por supuesto, el plan (de negocio) para pasar ese día marcará el éxito o fracaso de nuestra elección. No es lo mismo ir con la intención de echar un par de horas al sol con un bañito de por medio y regresar a casa o el hotel a la hora de comer; que ir con la mujer o el marido, dos hijos pequeños y la abuela a pasar todo el día.

En cada caso tendremos que programar nuestro desembarco playero (traslado de enseres, aparcamiento, comida, bebidas, dinero, etc.); tendremos que conocer el entorno (si hay asistencia sanitaria cercana, servicios, columpios o juegos para los niños, hostelería, cajeros...) y, en función de estos datos, tomar las decisiones oportunas. Y nos podremos equivocar. ¿Como en el marketing? Igual.